Las Bases Aeronavales

El aeródromo de el Prat de Llobregat

El Decreto-Ley de creación de la Aeronáutica Naval establecía la ubicación de una Escuela de Aviación Naval en Cartagena y la construcción de una factoría para la fabricación de material aeronaval, al tiempo que se constituían estaciones aeronavales en las Bases de Cádiz, Ferrol y Cartagena, y otras secundarias en Marín y Mahón.

Como paso previo al plan previsto, la Armada decidió en 1919 establecer la primera base aeronaval en las proximidades de Barcelona. Adquirió para ello las fincas “La Volatería” y “Las Monjas”, en el Prat de Llobregat, que acondicionó como aeródromo e instaló la base de hidroaviones y de los buques de la División de Aeronáutica Naval, en el muelle del contradique del puerto de la ciudad.

La Armada encontró en Barcelona el soporte académico y social necesario para el establecimiento de la Escuela de Aeronáutica Naval y el apoyo de la industria de motores de aviación y otras industrias auxiliares que permitían el ensamblaje y el mantenimiento de las aeronaves. El fin era también consolidar la incipiente industria aeronáutica en España.

Base aeronaval del Prat de Llobregat en 1921


La Base Aeronaval de San Javier

En 1920, de acuerdo con las necesidades de la defensa nacional, la Armada adquirió los terrenos de la que sería la Base Aeronaval de San Javier, en el Mar Menor, donde hoy se aloja la Academia General del Aire, y cedió el Aeródromo del Prat de Llobregat a la Ciudad de Barcelona para que se establecieran desde allí los primeros vuelos comerciales internacionales con motivo de la Exposición Universal de 1929.


Base aeronaval de San Javier en 1931